Hay momentos en el camino de la vida de una persona cuando sabe que está en un punto de no regresar. Para mi, ese momento ocurrió cuando subí un avión en julio de 2011 para ir a estudiar por seis meses en Chile. Fue un momento muy grande para una niña quien fue criada en el campo del estado de Washington en los Estados Unidos. No sabía que iba a encontrar en Chile, pero sabía que algo mejor me estaba esperando allá.
¿Qué pasó? Me enamoré de un hombre quien se llama Felipe. Sí, se suena muy típico…la gringa va a un país extranjero y se enamora del país y un ciudadano, y tienen un romance rápido. Parece como una novela barata que puedes encontrar en cualquier librería.
Pero, el romance no fue tan rápido. Desarrolló en algo más. Después de seis meses de aventuras maravillosas, tuve que regresar a los EEUU, pero no dejé mi amor en Chile. Subí el avión con lágrimas en mis mejillas y sabía que no fue la última vez que estaría en este país.
Un año adelante, me gradué de la Universidad de Idaho en diciembre de 2011 y la próxima semana estaba en el avión para regresar a Chile. Esta vez, regresé para quedarme. Felipe y yo nos casamos el 19 de enero de 2013.
Ahora, estoy viviendo con mi marido y su familia en una casa de ocho personas. Este blog es mi manera de expresarme a través de los desafíos de idioma, cultura y los procesos de las visas.
Mi llamo Caitlin, y mi vida Chilena ha recién comenzado.
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Pedacitos de mi Vida Chilena 